Los nuevos perritos calientes gourmet (sin salchicha) se llaman Doggos

La tendencia de las hamburguesas en mil versiones diferentes la llevamos experimentando algunos años: bocados exquisitos de la cultura americana que se reinventan una y otra vez pero, ¿y el perrito caliente?, ¿qué fue de ese símbolo yanqui (importado de Alemania, por cierto), inmortalizado en el cine en numerosas ocasiones en las esquinas de las grandes ciudades como el lunch perfecto?

Sin duda es uno de los grandes olvidados que está empezando a retomar su protagonismo gracias a empresarios como Javier Kirschner que, en 2019, justo antes de la pandemia, abrió las puertas de Döggo, un enclave culinario único en el que es posible degustar un nuevo concepto de hot dog: se trata del Döggo, una versión gourmet de este clásico, pero sin salchichas, inspirados en distintos sabores del mundo. Una propuesta original, llamativa y sabrosa, cuyo interior sorprende en cada bocado.

El sueño de Döggo nació, por un lado, en 2014, cuando el padre de Javier, con una mano especial para la cocina, elaboró unas salchichas frescas, caseras y de gran calidad; cero aditivos, sabores únicos y elaboración artesanal. Y, por otro, la idea terminó de materializarse tras su experiencia en un viaje sabático y un trabajo en un chiringuito de Sudamérica, un momento clave que despertó en Javier la original propuesta gastronómica de Döggo, que ya cuenta con dos restaurantes: uno en el madrileño barrio de Chamberí y otro en Pozuelo de Alarcón.

En 2018, y gracias a la confianza de 29 amigos inversores, Döggo pudo convertirse en realidad culinaria, en la que cada propuesta está inspirada en platos caseros, eso sí, con mezclas de salsas y especias secretas, también caseras, que son top secret (como la receta de la Coca-Cola).

Además de sus deliciosas propuestas (de las que ahora os hablaremos), cabe destacar su excelente atención al cliente: cuando llegas te preguntan si tienes hambre, tus gustos… para poder recomendarte lo que más se adapte a ti. Además, cada Döggo viene acompañado de una sugerencia de maridaje con un cóctel. Nos pareció una idea fabulosa que ensalza la experiencia de una manera muy especial. Y ahora sí, ya entramos en materia foodie.

Para comenzar, probamos uno de los nuevos entrantes que están empezando a introducir en carta: unas brochetas de pollo satay. Realmente estaban espectaculares, con especial mención a la salsa, una auténtica adicción.

En cuanto a los Döggos probamos GAMBA CÓSMICA, con gambón a la plancha, cebolla morada, base de lechuga, crema cajún y cilantro. ¡Simplemente espectacular! Me encantó acompañado de uno de mis cócteles favoritos: el moscow mule. Confirmo que su coctelería merece mucho la pena.

También probamos KHAL DÖGGO, con un sabor bastante familiar, ya que recuerda al de una hamburguesa. Incluye carne de ternera black angus, queso cheddar, cebolla caramelizada, bacon, huevos de codorniz, cebolla frita y relish de pepinillo. 


Siempre los presentan acompañados de patatas fritas (que por cierto están divinas) y ensalada de col, cuya elaboración casera se nota. ¡Ah! y el pan no es el clásico de perrito caliente que te estás imaginando: es un brioche que no se deshace, que presentan tostadito y está para chuparse los dedos. ¡Ningún detalle queda al azar en Döggo!

De postre no nos resistimos a probar el Browlant con helado de dulce de leche (no os digo más, pero solo sueño con volver a por otro), y el cóctel planter´s punch, una gran recomendación para los amantes de la piña y el ron.


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