Recientemente estuvimos descubriendo un nuevo punto de encuentro gastro en Chamberí bautizado como ‘Grillao’ (Eloy Gonzalo, 4). Según Esteban Arnaiz (a sus espaldas el éxito de algunos de los restaurantes más solicitados de Madrid, como los del Grupo Le Cocó, Casa América o Le Cabrera), “es la respuesta a años de pasión y entrega por un trabajo que requiere pura dedicación, donde confianza, sencillez y autenticidad están presentes en cada esquina. Lo más auténtico, a fuego".
Este nuevo enclave madrileño se centra en una oferta gastronómica que gira alrededor del fuego (como su creador declara) y sorprende con sencillas recetas de la cocina mediterránea y una cuidada selección de lo mejor de nuestra despensa. ¿Su especialidad?, el producto a la brasa (carnes, pescados, verduras), junto a una muestra de pastas, risottos, pizzas y diversas propuestas vegetarianas. Además, su gran cocina vista y su constante movimiento dan un punto más a su entorno, que lo envuelven en un halo de confianza y calidez que invita a quedarse.
En nuestra primera visita (que no será la última) comenzamos probando su deliciosa mantequilla, que te dejan en un enorme cubo de lo más original.
Después le siguieron las croquetas melosas de cámbaros. Absolutamente deliciosas: un exterior crujiente y un interior jugoso y lleno de sabor.
Continuamos con su trío de ensaladillas: de ventresca, mejillón y carabineros (mi favorita). Muy recomendable.
El steak tartare, hecho al momento sobre tuétano es más que recomendable. Y su lomo bajo de ternera fabuloso. Sin duda para repetir.
Finalizamos con un toque dulce de tarta de queso, muy rica, y un saquito de Nutella (si te gusta el chocolate, tienes que probarlo).
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