Me encantan los restaurantes como Shanghai Station, conocido por su carta 100% tradicional, de auténticos sabores chinos, ricos, variados y originales. Sin duda una ventana a la gastronomía china que nos ayuda a conocer sus deliciosos platos en profundidad, pero con una estética moderna y singular.
Recientemente fuimos a conocer uno de sus cuatro restaurantes, concretamente el que está situado en la madrileña calle Juan Bravo 25. Sus propuestas están muy cuidadas, elaboradas con buena materia prima, una relación calidad-precio excelente y que, sin duda, me sigue conquistado cada vez que lo visito.
Este local con encanto, con su íntima y acogedora -casi clandestina- sala al bajar unas escaleras coronadas por una claraboya está decorada con elegante vegetación, sello de la firma, que aquí luce sobremanera, tanto en el interior como en su atractiva terraza en pleno bulevar, ideal para las noches de verano.
Comenzamos la comida con unos deliciosos rollitos de verduras y sus dumplings caseros (uno de los sellos de la casa). Nos encantaron, una vez más.
El Ku Bak crujiente de pollo y mariscos con huevo es sencillamente estelar. Lo terminan en la mesa y es de esos platos que hay que probar sí o sí.
Los amantes de la carne no pueden perderse una de sus nuevas propuestas: las costillas de cerdo con Chao Fan crujiente ¡os encantarán!
Uno de los platos que solo puedes disfrutar en este restaurante son los tallarines a la plancha con marisco. Para repetir.
Terminamos con un sorbete de frambuesa y una deliciosa tarta de queso.
Sin duda un punto de encuentro perfecto entre Shanghay y Madrid que no te dejará indiferente.
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