Transcurridos dos años desde que el restaurante Nakama inaugurara su sede madrileña en la calle Sagasta (momento el que lo conocí y os hablé de él aquí), este enclave gastro se ha consolidado como un restaurante innovador y diferente que fusiona la gastronomía japonesa, con la caribeña y mediterránea.
Al mismo tiempo, su excelente producto y una presentación fabulosa en un local muy acogedor y vanguardista no hace más que consolidar su calidad y éxito.
Sus propietarios, Roberto Martínez y Fernando Pages, con 15 años de experiencia en el negocio del sushi, querían fusionar en Nakama el sushi más genuino con matices caribeños y toques mediterráneos, creando así combinaciones en las que los contrastes sorprendan al comensal de principio a fin dando siempre la máxima importancia a la materia prima que cada día seleccionan con esmero.
Pero antes de seguir con sus deliciosos platos, porque otra cosa no, pero volver siempre quieres volver a Nakama, os recomiendo que también probéis su coctelería. Yo no me resistí a empezar con uno de sus deliciosos moscow mule.
Seguidamente comenzamos con algunas de sus novedades en carta y otros clásicos, como su tartar de atún o sus imprescindibles langostinos tigre en tempura. También en tempura probamos su delicioso atún con hoja de shiso.
Los Elvis Roll, que se terminan flambeándolos en mesa hay que probarlos sí o sí. Al igual que sus spicy tuna, muy ricos y con un ligero toque picante muy sabroso.
¿Algunas de sus novedades?, esta joya del océano: vieira gratinada con mayonesa de yuzu, rayadura de lima y adornada con copos de bonito deshidratado; o los gunkan de cangrejo real.
Los niguiris de toro y caviar y los de salmón con lima son sin duda otras dos de mis propuestas favoritas.
Los amantes de la carne también se enamorarán de nakama con este entrecot de ternera gallega. Muy buena.
Finalizamos con un toque de dulce con esta tarta tres leches.
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