¿Que el aperitivo es uno de mis momentos gastro favoritos? no lo voy a negar. Por eso, hoy os traigo una combinación absolutamente deliciosa y ganadora que estoy segura que os encantará. Se trata del tándem compuesto por los vermuts Lacuesta y las conservas Peperetes.
Los vermuts Lacuesta, de la Bodega Martínez Lacuesta, cuentan con 125 años de historia, y están asociados con La Calera, el nombre de la finca situada en Fuente Palmera (Córdoba) donde desde el año 2001 producen el aceite (espectacular por cierto) y las naranjas La Calera.
El vermut rojo es mi favorito. Es una bebida dulce, amarga y aromática. La conzia (extracto de hierbas y plantas aromáticas maceradas en frío en vino blanco) es envejecida en barricas de roble americano y se adiciona al vino blanco junto al azúcar, ácido cítrico, caramelo y alcohol. ¡Delicioso!
El vermut extra seco es color amarillo pálido y posee aromas florales de manzanilla y menta sobre un fondo avainillado. Suave, con notas de regaliz, jengibre, canela y un final seco, muy amargo y persistente es ideal servirlo muy frío, acompañado de una rodaja de limón verde y una aceituna. ¡Ah! y es ideal para la elaboración de cócteles.
¿Para redondear un aperitivo perfecto? Acompáñalo de las conservas Peperetes. Se trata de una pequeña conservera gallega con un carácter profundamente familiar. La familia Lorenzo Paz gestiona todo el proceso de producción y comercialización. Desde que entra una partida de marisco en planta hasta el etiquetado, packaging y posterior gestión de clientes nacionales e internacionales.
Pero, ¿qué significa esta palabra? Peperete es una palabra de origen gallego que evocan algo agradable, apetitoso, deseado, sabroso, distinto… Justo la esencia de sus conservas, absolutamente deliciosas y de gran calidad.
Esta calidad se debe a su rigurosa selección de materias primas: frescas, procedentes de las mejores lonjas gallegas y seleccionadas en su momento óptimo de consumo. Además, están acompañadas de sus salsas caseras, elaboradas con productos de primera calidad, que desde luego se nota.
Pescados, mariscos, túnidos, cefalópodos… la variedad es bastante amplia y el sabor delicioso. Hace unos días os enseñé las zamburiñas en Instagram y, os aseguro que estaban buenísimas.
Algunas de las conservas que he también he probado son sus berberechos, seleccionados y envasados manualmente para una presentación impecable. Hay que destacar que lucen el sello “Pesca de Rías, de onde se non?” que garantiza el origen, la calidad, la frescura y captura con artes sostenibles en Galicia.
Los chipirones están espectaculares. Este cefalópodo, al igual que el pulpo, requiere un proceso de fabricación muy delicado, ya que además de un completo limpiado, exige un tratamiento de cocción con alto contenido en sal. Una vez que se ha dado la vuelta para completar su limpieza, se rellena manualmente y, a continuación, se elabora con aceite de oliva, cebolla y tomate, adquiriendo el color oscuro producido por la tinta del propio calamar. Puedes disfrutarlo como tapa o, por ejemplo, con un arroz.
Las sardinas y los mejillones no se quedan atrás. Para garantizar su calidad y que su procedencia solo sea de las bateas de las rías gallegas, solo envasan el mejillón amparado bajo la Denominación de Origen Protegida “Mexillón de Galicia”. Por si fuera poco, las viandas se fríen antes de añadir la salsa, para lograr una textura más densa y sabrosa.
Por su parte, las sardinas, un clásico indiscutible de las conservas, proceden de la pesca tradicional en el Atlántico. Las tienen de distintos tamaños y bañadas en aceite, con un toque picante, a la gallega o en escabeche. Tienen muchas otras conservas disponibles así que, vista su calidad, no tardaré en probarlas.
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