Si hay una parte del cuerpo que sufre especialmente los estragos del verano es el cabello. Por eso, hace unas semanas, y tras volver de unos días en la playa, me puse en manos de Rosi Fernández, directora del Salón madrileño Ananda Ferdi (/ Joaquín Costa, 51) para darle un aire nuevo a mi melena.
Lo cierto es que mi pelo había perdido totalmente la forma y color del balayage, que llevaba todo el confinamiento sin retocar. Así que, el cambio, aunque dentro del clasicismo que me gusta, fue total. Además, mi cabello necesitaba reparación e hidratación urgente.
Rosi, una gran profesional del cuidado capilar, muy fiel a una filosofía basada de técnicas y productos naturales, libres de parabenos y sulfatos, y respetuosos con el medio ambiente, me recibió para hacerme un diagnóstico, imprescindible para prescribir el tratamiento específico que mejor se adaptara al estado mi cabello. Tras él se puso manos a la obra.
Lo primero que realizó fue un dry cut, o corte en seco, una de sus especialidades, que cuenta con la ventaja de visualizar con antelación el resultado final.
Tras el corte, aplicó el tinte y los reflejos. Me encantó el resultado, sutil, elegante y como a mí me gusta, sin tonalidades rojizas, a veces tan difícil de evitar en cabellos oscuros. Una vez realizado el brushing, realizó algún retoque de corte y el resultado es el que veis en las fotos. A mí me ha encantado.
Para finalizar me aplicaron el tratamiento Nomeolvides, que dura unos 20 minutos. Su acción se centra en hidratar y reparar el daño producido por agentes químicos y medioambientales. También, reconstruye el núcleo interior del cabello, equilibra la porosidad, trata el cabello demasiado procesado y estresado, devuelve elasticidad, flexibilidad y movimiento al cabello. ¡Justo lo que mi cabello necesitaba!
Por si fuera poco, este salón de belleza de autor es precioso (también tienen tratamientos faciales). Se trata de un espacio que transmite calma y serenidad nada más entrar. La elegancia y la modernidad de su ladrillo visto y el suelo de cemento pulido contrastan con originales estructuras de metal y cuerda, que parcelan el espacio de cada cliente, aportando intimidad y tranquilidad.
¡Y muy importante!, implementan todas las medidas de seguridad para evitar posibles contagios de Covid 19. Disponen de gel desinfectante, hay que ir previa petición de hora, te toman la temperatura y te desinfectan los zapatos al llegar. También facilitan mascarilla y guantes, y se mantiene la distancia de seguridad perfectamente.
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