Seguro que durante estos meses de confinamiento muchas notáis la piel más seca, alterada y sin vida. Para combatir los efectos negativos del estrés, ocasionados por la situación tan complicada que estamos viviendo; la sequedad, debida a la calefacción ahora al aire acondicionado; la exposición a la luz azul, la que emiten nuestros dispositivos, capaz de provocar hiperpigmentaciones y una disminución de acuaporinas (las proteínas que ayudan a que la piel se mantenga hidratada); y la falta de sueño, os propongo algunas soluciones perfectas.
Y es que, para luchar contra los efectos negativos de estos factores en la piel, es necesario incorporar en nuestra rutina productos que nos ayuden a recuperar la elasticidad y luminosidad perdidas. Para ello, os recomiendo estos tres de Galénic, de los que os hablo a continuación en profundidad.
La limpieza del rostro, independientemente de si te maquillas o no, es el paso fundamental para conseguir que la piel esté sana y bonita. Yo suelo optar por la doble limpieza (aceite + limpiador al agua). El aceite de argán Galénic, rico en ácidos grasos esenciales, aceite de ricino y vitamina E, nutre y protege la barrera cutánea, ¡me ha encantado como primer paso!
Se trata de un aceite gelificado desmaquillante no graso que se transforma en leche untuosa al contacto con el agua. Su perfume de flores orientales y empolvado con un toque de jazmín blanco, argán y magnolia, realzado por notas más intensas de vainilla, haba tonka y almizcle de Cachemira es absolutamente delicioso. Además limpia la piel fenomenal y elimina muy bien el maquillaje, ¡incluso el waterproof!
Tras la limpieza, el Peeling Renovador Purete Sublime es ideal para favorecer la renovación de la piel, alisar las arrugas, recuperar la luminosidad de la piel, mejorar relieve cutáneo y las imperfecciones.
Su formulación está compuesta por un trío de poderosos ácidos: láctico, salicílico y glicólico, que eliminan las células muertas y favorecen la renovación celular. También contiene agentes calmantes como la glicerina, hidratante; la manteca de karité, nutritiva; y el bisabolol, calmante, a los que se añade agua granítica de los Pirineos, que mima y matifica las pieles con sensación de ardor. Se utiliza una vez por semana dejando actuar una capa espesa durante 3 minutos y se aclara con agua.
Para corregir imperfecciones y unificar el tono Galénic Ophycée Corrector es el aliado perfecto. Se aplica solo o tras la hidratante para conseguir una piel más unificada al instante.
Está formulado con extracto absoluto de algas azules, un potente antiarrugas; microcápsulas, para difuminar y atenuar los defectos cutáneos; polvos soft focus, para absorber los brillos y alisar la superficie de la piel; y ácido glicólico, para cerrar los poros y afinar el relieve cutáneo.
Esta crema azulada se transforma en beige y después en velo de polvo unificador, y tiene con notas olfativas de sandía anisada, jazmín y madera de sándalo. ¿Los conocíais?
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