En muchas ocasiones no prestamos demasiada atención al cuidado de nuestra dentadura, más allá de la visita anual rutinaria ¡en el mejor de los casos!
Hay que tener en cuenta que, al igual que el resto del cuerpo los dientes también envejecen ¡y comienzan a hacerlo a partir de los veinticinco años! La dentina se hipermineraliza y se vuelve amarillenta o marrón oscuro, que refleja el esmalte como un cristal.
Este proceso de envejecimiento, que puede oscurecer o discolorar el diente, puede ser más rápido si no realizamos una correcta higiene dental y si abusamos de determinados alimentos como el café, el té, el vino, el tabaco o la coca cola, ya que se depositan en forma de tinción en la fase no mineral del esmalte, llegando a penetrar en la dentina.
Además, si en la primera infancia se han tomado medicaciones a base de tetraciclinas provocan que la dentina adquiera un tono violáceo muy antiestético y que sólo se podrá atenuar mediante el blanqueamiento dental.
Recientemente decidí realizarme uno, ya que me gustaría que el tono de mis dientes fuese más blanco. Para ello me he puesto en manos del doctor Javier Ortega, jefe de la Unidad Dental de Clínica Menorca, especialista en estética dental e implantología. Me encanta lo bien que te explica todo el proceso, la seguridad que da, y lo amable que es, lo cual se agradece enormemente porque ir al dentista no es precisamente plato de buen gusto para nadie, pero cuando te encuentras con profesionales como él es una maravilla.
Lejos de lo que en muchas ocasiones podamos pensar: que entras en consulta y te hacen un blanqueamiento en un momento, el proceso es mucho más metódico y cuidado, al menos en Clínica Menorca, siendo un proceso personalizado con cada paciente.
PRIMERA CONSULTA
En mi caso, en la primera visita el doctor Javier Ortega realizó primero una historia clínica y un proceso de diagnóstico: cuál es el motivo de la consulta, una evaluación de los hábitos, si se ha realizado tratamientos odontológicos previos u otros tratamientos dentales estéticos…
Tras un examen para detectar otros posibles problemas odontológicos, me realizaron unos moldes de la dentadura para hacerme unas férulas personalizadas.
SEGUNDA CONSULTA
Pasados unos días volví a la consulta para realizarme una limpieza dental. Además me entregaron mis férulas. Su fin es utilizarlas durante unos 15 días previos al blanqueamiento con un gel desensibilizante durante la noche. Este paso es necesario porque durante el tratamiento del blanqueamiento se puede generar algo de sensibilidad. Para minimizar esa molestia se utilizan estas férulas personalizadas.
Tras estos pasos, en unos días solo falta la sesión de blanqueamiento, que se reforzará a posteriori con un kit de mantenimiento. En breve os contaré la segunda parte del tratamiento en el que os mostraré el antes y el después.
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