Si hay una fragancia que ilustre a la perfección el verano es Aqua de Kenzo, tanto en su versión masculina como femenina. Perfecta para adictos al mar (imposible recrear mejor en un frasco su esencia) estos aromas son el reflejo claro de la pasión por el océano, las playas, las olas…
Para ella, esta fragancia es una inmersión audaz en una fórmula inédita: una exclusiva esencia de la jugosa y adictiva mandarina, que sienta las bases de la explosión de frescura.
La grosella negra electrifica la combinación y da pistas de la sorpresa por llegar: ¡un flash de colores! Las hojas de frambuesa ultra crujientes añaden una nueva vibración. Un dúo adictivo, un tándem inesperado y algo alocado, iluminado por la sensualidad de los pétalos de magnolia. Una fragancia floral, inusual y radiante firmada por Louise Turner.
Para él, un baño en agua contrastada creada por el dúo Ane Ayo y Philippe Romano. Bayas rosadas frescas se fusionan y salpican las hojas de avellana en un encuentro con acentos vegetales singulares y adictivos. Crujiente y con un toque gourmand, el sándalo se funde con el cedro untuoso y precioso en un refrescante dúo, para sorprendernos y brindar sutiles notas sabrosas que vibran con sensualidad y firman este fresco y elegante aroma a madera.
No podía faltar la ola de Hokusai, un símbolo del ADN de Kenzo en la caja. Los tonos brillantes de esta fragancia contemporánea se imprimen en la misma textura de las botellas: verde claro para ella, azul cobalto para él, dos bloques de colores únicos y ultramodernos. Revelarlos significa desafiar el tótem de la gran ola de Hokusai en su forma de pirámide invertida, el símbolo alquímico del agua. Los pies en la tierra seguirán su camino, pero los adictos al agua lo verán como una invitación irresistible para exaltar aún más las extraordinarias sensaciones que ofrece el agua.
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