Tenía muchas ganas de probar esta técnica y de conocer el salón de David Künzle. Fue a comienzos del verano cuando puse mi cabello a punto en este oasis urbano, y he de deciros que ambos me han convencido gratamente.
Para los que no lo sepáis, el hair contouring parece un balayage, pero la diferencia está en la sutilidad de poder crear en la melena, reflejos más o menos claros y oscuros, dependiendo siempre de la forma de la cara. Aquí la pericia del estilista es clave.
La idea es dar puntos de luz y sombras al contorno del rostro. Lo explica muy bien David Lesur, propietario y primer estilista del Instituto de Belleza David Künzle (Ponzano, 42. Madrid), que nos comenta por qué triunfa en todo el mundo esta técnica que busca resaltar las facciones de nuestro rostro, así como corregir algunas de sus imperfecciones.
¿Cómo podemos ayudar a resaltar nuestras facciones? Pues muy sencillo, echando mano de aquellos tonos que mejor vayan con nosotras, siempre según el tipo de cara que tengamos.
Para los rostros con forma de corazón, desde David Künzle recomiendan buscar un equilibrio para este tipo de caras: “Se trabaja aclarando la parte superior de la melena, dejando la raíz más oscura. A partir de medios y puntas, se aclara ligeramente logrando así un efecto visual con más volumen en la parte inferior del rostro”.
En cuanto a los rostros ovalados, quizás los más fáciles de trabajar, Lesur comenta: “En teoría, son los llamados perfectos ya que permiten casi todo. El contouring, por tanto, no tiene ningún propósito significativo, a excepción de proporcionar luz, profundidad y brillo al cabello, a través del juego de luces”.
Sobre los rostros más redondos, el estilista francés sugiere aclarar primero las raíces para así atraer la luz y el brillo de esa zona, como él dice… “Oscureciendo sutilmente medios y puntas, un contraste que se produce a la altura del oído para enmarcar el rostro”.
Finalmente, están los rostros cuadrados. Para suavizar rasgos, el juego de contrastes se vuelve fundamental en las zonas faciales angulares: “Para ello, también se debe aclarar la parte superior y oscurecer la zona de la mandíbula”, afirma Lesur.
He de destacar la gran importancia que dan al corte en este salón. Lo mejor es que la técnica depurada y perfeccionista de sus profesionales os puedo asegurar que se nota en los resultados. Además, su filosofía zen te invade desde el momento en el que atraviesas la puerta. De esta forma técnica y atmósfera se conjugan a la perfección. No se puede pedir más. Tenéis que conocerlo sí o sí.
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