No, no es el código de ningún agente secreto, es la nomenclatura elegida para el primer aroma de Loewe lanzado bajo la dirección creativa de Jonathan Anderson.
Ya sabéis que los aromas de Loewe me han acompañado desde mi juventud, y os he ido mostrando muchas de sus novedades. Por eso, no podía dejaros de hablar de este lanzamiento tan especial de la firma.
Partiendo de la idea de ‘la mañana siguiente’, la nueva esencia (también disponible en versión masculina) interpreta los conceptos de pureza y promesa incierta que emanan de esas tempranas horas posteriores a un primer encuentro entre dos personas.
"Es un proyecto muy personal para mí. He dedicado mucho tiempo a trabajar en ello porque es algo en lo que creo profundamente. Ante todo, quería que la fragancia fuera creíble, una extensión natural de lo que Loewe representa hoy", declara Anderson.
Con una identidad fresca y multifacética, que Anderson lleva trabajando desde 2014, 001 representa la expresión sensorial de un carácter que es a la vez nuevo pero reconocible, atemporal y espontáneo a partes iguales.
LOEWE 001 Woman, que podéis ver en la imagen, se abre con notas de salida de mandarina y bergamota, seguido de una estela de sándalo y sutiles matices de jazmín y vainilla en el fondo.
Me ha encantado su packaging, que muestra el trabajo artístico en la fotografía de Karl Blossfeldt, cuyas imágenes botánicas se adaptaron también para los carteles de la colección prêt à porter de primavera-verano 2016 para mujer de Loewe. Un mix perfecto entre el arte moderno, la pureza creativa y la tradición de una casa fundada hace 170 años.
El frasco, de líneas puras, contrasta con la artesanía en su tapón de madera. Una auténtica joya que corona este aroma tan distinto que conjuga a la perfección tradición y vanguardia. Me la quedo.
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