Probando: Las ceramidas de Elizabeth Arden, mi último descubrimiento top para la piel

Fue en 1990 cuando Elizabeth Arden revolucionó la industria cosmética al desarrollar las Cápsulas Ceramide ¡por primera vez una fórmula en formato monodosis con ceramidas creadas a través de bioingeniería idénticas a las naturales de la piel!

Ahora Elizabeth Arden presenta su nueva generación de cápsulas: Advanced Ceramide Capsules Daily Youth Restoring Serum, que prometen una piel 10 años más joven.

Cuando cayeron en mis manos, antes de su lanzamiento, pensé que este tratamiento iba a ser demasiado para mi piel pero, tras probarlo, he notado resultados fabulosos. Desde el primer día que empecé a utilizar las famosas ceramidas de Arden (ahora reformuladas), observé que mi piel estaba más hidratada, uniforme y luminosa. Lo cierto es que no siempre es fácil notar resultados tan buenos y tan rápidos con un producto, por eso no puedo dejar de contaros sus bondades y recomendarlas.

Su fórmula, dermatológicamente probada, ofrece un triple poder contra el envejecimiento, reparando la función barrera natural de la piel, aumentando la hidratación y minimizando la apariencia de líneas y arrugas. ¿Cómo es posible? Gracias a una combinación de nuevos ingredientes sumado a una mayor concentración de los ya existentes en la fórmula. De esta forma se consigue reparar la barrera cutánea aportando las ceramidas necesarias para alcanzar los niveles óptimos, restaurar la juventud de la piel y su capacidad de generar sus propias ceramidas.

Pero ¿qué son las ceramidas? Las ceramidas, el colesterol y los ácidos grasos son los lípidos más importantes del estrato córneo de la piel (la parte más superficial) y representan alrededor del 40-50% de los lípidos esenciales que forman la barrera cutánea mientras que el colesterol constituye un 25% y los ácidos grasos otro 10-15%. El problema es que los niveles de ceramidas disminuyen rápidamente con la edad - a los 30 años la piel pierde alrededor del 40% y a los 40 años pierde más del 60%, lo que provoca que la piel se deshidrate y adquiera un aspecto mate, sin luminosidad, resultando en arrugas, falta de uniformidad y pérdida de firmeza.

“Para entender mejor cómo trabajan las ceramidas, debes pensar en tu piel como en una pared de ladrillo,” dice la doctora Dendy Engelman, dermatóloga de Elizabeth Arden. “Las células de la piel son los ladrillos, mientras las ceramidas y otros lípidos constituyen el cemento que las mantienen unidas. Como la piel pierde su capacidad para reponer ceramidas, las células no se unen y el resultado es que la piel pierde su firmeza y luminosidad y se ve deshidratada y sin brillo.”

¿Qué beneficios tienen las ceramidas? 

• Disminuye la apariencia de líneas y arrugas.

• Refuerza el colágeno natural de la piel aportando una apariencia más firme.

• Mejora visiblemente el tono de piel y la claridad.

• Retexturiza y revitaliza la piel para una apariencia notablemente más suave y saludable.

• Ayuda a fortalecer la barrera natural y protectora de la piel y a mantener los niveles de hidratación.

Sin duda es una fórmula fabulosa para reparar la barrera de la piel (gracias a los ceramidas 1, 2 y 6 que retexturizan, exfolian y suavizan); y restaurar la juventud de la piel, favoreciendo la capacidad de generar sus propias ceramidas.

Aunque se recomienda utilizar una cápsula por la mañana y otra por la noche en rostro cuello y escote, yo utilizo una por la noche y los efectos son espectaculares. Me imagino que a medida que se van cumpliendo años, o en el caso de tener la piel seca, conviene incrementar la dosis. Me ha encantado su textura oleosa, pero que se absorbe rápidamente, su aroma neutro y el tacto aterciopelado que deja en la piel.

Por si fuera poco, el packaging es precioso y muy cómodo, el formato monodosis en es fabuloso para aprovechar al máximo el producto, no contaminarlo con la manupulación y poder transportarlo fácilmente sin miedo a derramarlo. ¡Para qué negarlo!, me ha conquistado. PVPR 60 cápsulas: 106 €.