Lleva tan sólo un año abierto y Zitty (Velázquez, 128) ya se ha convertido en uno de los templos foodie más in de la capital. Esta semana he podido comprobar por qué es uno de los restaurantes que está en boca de todos.
El local, inspirado en los rascacielos de la Gran Manzana, ya se ha ganado el sobrenombre de ‘el loft neoyorquino de Madrid’. Está dividido en dos plantas y una terraza al aire libre, conocida como Zitty Yard. Solo os digo que su aire distinto, acogedor y muy apetecible ha conseguido conquistarme.En su decoración destaca el estilo industrial, en el que la fabulosa iluminación, su infinita biblioteca y una falsa ventana de media luna con ‘vistas a Manhattan’ completan una atmósfera que te transporta de inmediato a una calle del Greenwich Village: ladrillo visto, farolas clásicas, mesas de madera natural, sillas de hierro combinadas aleatoriamente en varios colores, y hasta una bodega a la vista de todos.
Su propietario, Enrique Gómez-Carrillo (propietario también de 90 Grados), lo describe como “un local moderno y desenfadado para gente cosmopolita que aprecia lo clásico, pero que, a su vez, busca ser sorprendida por las últimas tendencias”. Esta filosofía también se ve plasmada en su carta, de corte internacional, en la que no faltan platos indispensables de nuestra cocina más castiza ¡pero con un toque especial y una presentación de sobresaliente!, como las croquetas (de jamón ibérico y chipirón) ¡buenísimas!, con las que empezamos nuestra deliciosa degustación; o los huevos estrellados con jamón y un toque de cebolla caramelizada ¡que nos encantó! Si os gusta el pulpo es absolutamente obligatorio pedirlo a la parrilla con emulsión de patata y pimentón. Entre bocado y bocado, una mimosa con frutos rojos fue la guinda del pastel.
Continuamos con un mil hojas de solomillo con queso de cabra, acompañado de patatas rústicas y pimientos asados, sin duda un plato clásico que nunca falla.
El tartar de atún 3 gustos (con caviar, wasabi y burbujas de maracuyá) fue sin duda uno de mis platos favoritos, el gusto de maracuyá con el atún es absolutamente sublime. Si eres fan de este manjar como yo, no puedes dejar de probarlo. Al postre llegamos a duras penas, pero era un pecado irse sin probar su famosísima tarta de queso y la de zanahoria. ¡Más que recomendables! (¿mi favorita? Sin duda la de queso).
Una decorción muy chula !!!
ResponderEliminarBesitos
Que buena pinta tiene todo y que decoración tan preciosa!!bsts
ResponderEliminarMe ha encantado el estilo del bar y sobre todo su comida en la que destacará el pulpo que me apasiona.
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