Como buena amante del vino, una de las experiencias que más he disfrutado este verano ha sido mi visita VIP a las Bodegas Torres, una empresa que sin duda ha sabido conservar el encanto de los lazos familiares que las vieron nacer, pero sin perder un ápice de modernidad y buen hacer.
Situadas en la zona de Vilafranca del Penedès, cerca de Barcelona, esta empresa vinícola familiar es visitada a diario por multitud de enoturistas de todos los rincones del mundo, cosa que no es de extrañar ya que, según la clasificación anual de la revista británica de referencia del sector Drinks International, y por segundo año consecutivo, Torres es la marca de vinos más admirada del mundo.
Esta cita era más que especial, el objetivo principal se centraba en conocer el vino más femenino de la bodega: Viña Esmeralda, que a mí personalmente me conquistó y he de reconocer que me he convertido en una fiel clienta. Os cuento con detalle esta visita tan interesante.
A nuestra llegada, el equipo de Bodegas Torres estaba esperándonos en su flamante entrada para darnos una calurosa bienvenida. Creía que no se podía tener un recibimiento mejor, pero me equivoqué. Seguidamente comenzamos una visita guiada para conocer todos los secretos de su precioso museo, no sin antes brindar con una copa de Viña Esmeralda. El día comenzaba de forma inmejorable.
Tras esta instructiva visita, en la que no pude resistirme a posar con el coche en la que su fundador comenzó personalmente a distribuir el vino, pasamos a conocer la inmensidad de sus viñedos. En ellos poseen muestras de multitud de especies de viñas. Allí nos contaron detalles técnicos sobre formas de cultivo, características de sus variedades de uva más usadas y conservación del vino.
Me llamó mucho la atención su selección de viñas en las que es posible recuperar especies muy antiguas, así como su laboratorio experimental. Pero lo que sin duda destaca de es su cultura sostenible. Este paisaje lunar no es sino un método para ganar unos grados de menos de forma natural en sus bodegas (situadas justo debajo), también se centran en investigar la influencia del cambio climático en la maduración de la uva y cuentan, como podéis ver, con un tren eléctrico para sus visitas guiadas.
Ahora esta gran empresa está capitaneada por Miguel A. Torres Riera (cuarta generación de Torres), y produce una gran cantidad de vinos y brandies. Pero no me quiero ir demasiado por las ramas y desviarme de nuestro objetivo: saborear y conocer en profundidad el delicioso caldo Viña Esmeralda.
Tras esta espectacular visita nos dirigimos a una masía situada en la inmensidad de las extensiones de Bodegas Torres, un rincón mágico en el que hicimos un divertido taller de aromas y degustación del vino blanco Viña Esmeralda, combinado con distintas tapas previas a una deliciosa comida.
Algunas de las notas destacables en el Viña Esmeralda son la rosa, la manzana, el limón, el melocotón, la vainilla y la fruta tropical, y está elaborado con las variedades de uva moscatel y gewürztraminer. A mí me parece delicioso y una opción ideal para disfrutar en cualquier momento del año, aunque ahora en verano y en una terracita me parece una opción fabulosa.
No quería despedirme sin destacar lo bonita que es su botella, con un diseño sofisticado y elegante, color esmeralda (más mediterráneo imposible) y con un toque contemporáneo y actual que conquista de un solo vistazo. Además, en su escudo se observa el importante hecho de que su nuevo packaging es más sostenible: en su fabricación se reduce las emisiones de CO2, un granito de arena que ayuda a minimizar el calentamiento del planeta. No se puede pedir más a este delicioso vino. No dejéis de probarlo porque os aseguro que os fascinará.
Toda una tentación....
ResponderEliminar¡Qué maravilla, dan ganas de hacer una excursión para conocerlo, qué bonito todo..!!!
ResponderEliminarPrecioso Post, ni un pero, solo disfrutar del vino que me encanta fresquitooooooo.
Tiene que ser un lugar impresionante, no me cabe duda de ello. Besos.
ResponderEliminarQue sitio tan chulo y tu que guapa, bss
ResponderEliminarLa visita tiene que ser estupenda!a mi no me va mucho el vino (solo el blanco). bsts
ResponderEliminarSiempre me ha gustado esta maarca porque el vino blanco me encanta, además en casa mi madre siempre ha utilizado el coñac Torres 10 para cocinar-
ResponderEliminarSúper fan de este vino, me apunto la experiencia a ver si la organizo ;)
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