El tema de las vacunas está más de actualidad que nunca, la aparición de difteria en un niño de 6 años tras 30 años sin aparecer un solo caso en nuestro país ha desatado todas las alarmas sobre la necesidad de las mismas. La polémica está servida.
Lo cierto es que la proliferación de las terapias alternativas frente a la medicina tradicional están a la orden del día. Últimamente he estado leyendo sobre homeopatía y quería compartir con vosotras algunos datos interesantes que no me han dejado indiferente. Lo cierto es que un caso como la difteria jamás podría ser tratado con homeopatía.
Para los que no sepáis de lo que se trata os cuento con más detalle… Se trata de un tipo de medicina alternativa cuyo origen data del siglo XVIII de la mano del médico alemán Christian Friedrich Samuel Hahnemann (1755-1843), considerado como el padre de la homeopatía moderna.
Está basada en la 'ley de los similares' (lo similar cura lo similar) la cual establece que para terminar con una enfermedad hay que utilizar una sustancia que provoque los mismos síntomas en una persona sana, pero en una dosis mínima, para sanar al enfermo sin intoxicarle. De esta forma se activan las defensas y mejora su capacidad de lucha contra la enfermedad. Además, asegura que las enfermedades son alteraciones de la fuerza vital del paciente asociadas a la naturaleza de cada individuo que las padece.
Normalmente se utilizan medicamentes homeopáticos para la prevención, alivio o curación de cefales, transtornos digestivos o enfermedades de origen nervioso, entre otras, además se pueden combatir las enfermedades infecciosas, pero no elimina los agentes patógenos que las causan, y por supuesto no cura el cáncer ni enfermedades similares o de gravedad. En definitiva lo que se intenta es ayudar al paciente a restablecer su equilibrio natural.
Para tratar a un paciente el homeópata tiene en cuenta otros factores, aparte de la dolencia principal, como la constitución física, la forma de reaccionar del paciente y sensaciones frente a la enfermedad, entre otros. Por eso se dice que es bastante personalizada y apta para cualquier tipo de paciente, incluso lo que por otros motivos tiene que tomar otros medicamentos.
Por lo que he podido leer este tipo de medicamentos no presentan contraindicaciones ni efectos secundarios, aunque como en todo tiene sus detractores. El motivo principal es que mucha gente opta por este tipo de terapias para intentar tratar enfermedades graves. ¿Qué opináis? ¿Habéis probado la homeopatía para tratar alguna dolencia?
He oido muy diversas opiniones acerca de ello.. y la verdad es que no me convence demasiado, a pesar de que hablo desde el desconocimiento
ResponderEliminarUn beso!
Yo he utilizado la homeopatia y aún hoy me pregunto, ¿por qué no la conocí antes? Con eso te digo bastante.
ResponderEliminarNo he probado la homeopatía y me quedo con la medicina tradional.
ResponderEliminarYo estoy encantada desde que la descubrí para que no se me complicaran los resfriados. Un beso!
ResponderEliminarEstupendo post!!!
ResponderEliminarUn besazo desde http://ohmyclutch.wordpress.com
Como sanitaria, y aunque se que una cosa no riñe con la otra, no confío mucho en la homeopatía, no se, igual debería probarlo...Besos.
ResponderEliminarEstoy tomando,de la marca Boiron,y mi salud lo agradece,me encuentro mejor.
ResponderEliminarUn post muy interesante.
ResponderEliminarUn besito :)
Pretty Little Lawyer
Yo no creo mucho en la homeopatía aunque conozco gente que cree en ella totalmente.
ResponderEliminarYo tomo algunas cosas de homeopatia y me van muy bien
ResponderEliminar