Unos labios perfectos con L’Absolue Velours, de Lancôme

Si buscas un labial fabuloso que no sea ni un gloss ni una barra de labios pero que tenga lo bueno de ambos  L’Absolue Velours, de Lancôme, será tu aliado perfecto. Se trata de un brillo de labio-tinte que Lancôme describe como de un gel ‘terciopelo’.

Os lo recomiendo porque se aplica como un gloss (con un aplicador muy cómodo que traza fácilmente la forma de los labios), pero tiene la pigmentación y duración de una buena barra de labios, solo apta para las que adoran los colores intensos. Además, su acabado semi-mate, luminoso y de larga duración (entre 4-8 horas aproximadamente) funciona y no reseca los labios. ¿Lo mejor? Es muy ligero y no notas que llevas nada en los labios. Y una de las cosas que más me gusta es que, según vas perdiendo color a lo largo de las horas, va quedando pigmento de forma más ligera que sienta fenomenal.

Está disponible en nueve tonos muy brillantes, profundos y favorecedores que va desde los rosas a los rojos, pasando por los violetas. Los de la imagen son Velours de Violine, y Velours d’Étincelle, un tono entre rojo y anaranjado creado en 1955. ¿Su secreto? Un toque de blanco que le aporta muchísima luminosidad.

Os encantará su textura en gel aterciopelada, nada pegajosa, con pigmentos iluminadores y 6 veces más pigmentos que un gloss tradicional. Todo un must en el neceser de las que no pueden prescindir de un buen labial. PVPR: 32,30 €.