La presentación del nuevo aroma L’Eau d’Issey Florale

Hace un par de semanas tuve la oportunidad de conocer de cerca el nuevo perfume del creador Issey Miyake: L’Eau d’Issey Florale que, por cierto, se puso a la venta ayer. La cita tuvo lugar en la famosa floristería Casa Florida, un lugar perfecto y emblemático de Madrid en el que comencé la primavera rodeada de un delicioso olor a rosa…

No me sorprende el éxito de sus fragancias, libres de artificios y apartadas de las tendencias. La primera vio la luz en 1992 y fue bautizada como L’Eau d’Issey. En aquella época los perfumes de moda eran embriagadores y con frascos rimbombantes y algo exagerados. Por el contrario Issey Miyake asombró por la esencia, inspirada en el agua como elemento fundamental, y por su inspiración, que no era otra cosa sino el olor de una gota sobre la piel de una mujer. También sorprendió su frasco que recreaba una gota del líquido esencial mientras cae sobre el agua. Demasiado minimalista para la época, pero que causó furor. Él solo mostró una nueva cara de la feminidad: sin artificios, pura y apartada de los convencionalismos.


De la misma forma hoy nos presenta una nueva mirada de L’Eau d’Issey teñida de rosa en todos los sentidos. Su aroma recuerda al aroma de un capullo de rosa en plena floración. Sin duda una reinterpretación que evoca la emoción de la rosa que está por abrir… un toque mágico con el que Alberto Morillas corona una fragancia única.


El extracto de rosa se ha obtenido mediante un método exclusivo desarrollado por Firmenich: el FirNat. Se trata de un proceso de extracción innovador y exclusivo de co-tratamiento realizado con la colaboración de los perfumistas. Permite preservar las características olfativas más nobles de la flor, sublimando el perfume incomparable de esta variedad de rosa que se distingue por su naturalidad, sensualidad y riqueza. Una curiosidad es que este procedimiento solo permite extraer el aroma de la rosa, el lirio y el jazmín.


De su unión con el lirio blanco nace esta esencia fresca, pura, atemporal que recuerda a las flores de azahar por sus acentos luminosos. Su corazón chispeante está formulado con notas de mandarina, y las maderas blancas aportan la profundidad a la fragancia. Se presenta en un frasco casi idéntico al primero, de hecho solo varía el tono rosa empolvado de esta maravillosa versión. Un frasco hecho para perdurar en el tiempo. Probadlo porque si os gusta el aroma de la rosa L’Eau d’Issey Florale os fascinará.