Nuevo Lipfinity Lip Tint de Max Factor

Lo último en labiales son los que tienen apariencia de rotulador, sí, sí, como lo oís, la reinvención de las reglas de colorido labial ya están aquí de la mano de Max Factor y su nuevo Lipfinity Lip Tint.

Se trata de una nueva gama de seis lápices de labios en tonos rosas, cerezas, rojos y marrones que aportan una ligera y fina capa de color, de larga duración y que no se transfiere al comer, beber o besar ¿No os parece una revolución? Me encanta su forma de aplicación, ya que su punta está diseñada tanto para aplicar el producto en el contorno como para rellenar la parte más carnosa de los labios.

Me gusta porque el resultado que se obtiene es un rubor natural al instante, parece que no llevas nada en los labios. Esto se logra gracias a su formulación líquida a base de de tintes disueltos en agua (sin pigmentos, aceites ni ceras, propios de las barras de labios tradicionales). De esta forma, el tinte penetra rápida y fácilmente en la capa externa del labio. Además, se puede intensificar según las pasadas que des, así se puede obtener un resultado más natural o con un toque de sofisticación. También resulta perfecto para llevar en el bolso ya que el tapón se ajusta a la perfección sin posibilidad a que se salga. Me parece una idea genial que disponga de un capuchón interior que se ajusta a la punta del ‘rotulador’, lo que evita que se seque. Además, huele y sabe a fresa. ¡Un peligro!

Lo que menos me gusta es que no hidrata, aunque tampoco reseca los labios, para lo que recomiendo aplicar sobre él un poco de gloss transparente si se desea. Tampoco me convence el hecho de que el color disminuya cuando haces el gesto común e inconsciente de chupar los labios sutilmente, por ejemplo mientras hablas. Obviamente si esto no ocurriera sería un tinte demasiado permanente. Aun así opino que es un producto fantástico que desde ahora no faltará en mi neceser. Estará disponible a partir de diciembre 2010 con un precio recomendado de 9,95€. Y a vosotr@s ¿qué os parece este producto? ¿Os animaréis aprobarlo?