La colección de velas de Dyptique especial para estas fiestas

Ya han finalizado las fiestas, pero si quieres rescatar un pedacito del espíritu navideño y llevarlo a tu hogar, aún estás a tiempo de hacerte con la serie limitada de velas decorativas de la firma Dyptique, creada especialmente para estas fechas, y disponible sólo hasta fin de existencias.

Están inspiradas en los finos calados de los wycinankis, objetos sorprendentes cuya historia se remonta a los pastores de las montañas polacas. Cuando terminaba su jornada de trabajo, estos pastores solían empuñar sus tijeras de esquileo para tallar motivos geométricos en pieles curtidas o cortezas de árboles. Éstas servían para filtrar el aire y la luz en sus rudimentarios refugios. Poco a poco la práctica se extendió, los papeles de colores reemplazaron al cuero y los motivos se hicieron más elaborados.

Ilustrando pavos reales, gallos, y otros animales, coníferas, arreglos florales y escenas de la vida cotidiana, los wycinankis empezaron a utilizarse para decorar interiores, sobre todo durante las grandes celebraciones anuales como la Navidad. Esta técnica artesanal se ha ido transmitiendo de generación en generación y, actualmente, destacan como parte del arte popular polaco, siendo considerados como los más bellos del mundo.

En los años 60, cuando Diptyque era una tienda parisina (ubicada en el nº 34 del boulevard Saint-Germain en París, de ahí el porqué de sus archiconocidas etiquetas) repleta de tesoros, objetos inéditos y curiosidades bohemias y elegantes, incorporaron en ella los wycinankis, cuyo descubrimiento fue totalmente casual. A los parisinos les entusiasmó esta nueva forma decorativa, ya que con ellos creaban en su casa una decoración cálida y festiva para sus celebraciones.

Así Diptyque se ha inspirado en estas imágenes para crear un tríptico de velas perfumadas que celebran la magia del invierno. En vasos de colores brillantes, sus aromas han sido obtenidos de la esencia de tres árboles estilizados cuyos follajes, de forma oval, demuestran su pertenencia al universo de Diptyque.

De esta forma, para evocar las profundidades de un bosque misterioso en pleno invierno, la nota de pino recién cortado, fresca y resinosa, perfumará el ambiente de la casa. De ella emergen las notas verdes y vaporosas de la artemisa y el gálbano, realzados por la vivacidad del eucalipto.

En el corazón del invierno el aroma de benjuí, místico como la mirra y el incienso, se consume suavemente para exhalar toda la riqueza de las enigmáticas montañas de donde procede: entre la vainilla y el caramelo, su aroma promete ser dulce sin empalagar. Destaca un acorde amaderado de pachulí y cypriol de la India, realzado por las facetas más oscuras y resinosas de la jara.

Y por último el aroma de castañas asadas, que nos recuerda el agitado vaivén de las grandes ciudades, y a la imagen de cientos de personas con la bufanda anudada al cuello y los brazos llenos de paquetes… los peatones se arremolinan ante los llamativos escaparates en las calles nevadas y, hasta ellos, llega el aroma familiar y delicioso de un cucurucho de castañas asadas, que en pleno invierno es como una promesa de calor y de sabor. Esta vela tan singular combina los acordes tostados de la esencia de enebro y abedul con la dulzura del haba tonka y la suavidad de la vainilla. Un aroma goloso, que no satura, y que recuerda como ninguno la imagen de la Navidad y del invierno. Si la pruebas seguro que te encantará.

Las puedes encontrar en puntos de venta seleccionados por toda España como Isolée en Madrid, o Ekseption en Puerto Banús, entre otros. Busca ya el tuyo y ¡no te quedes sin tu vela navideña!