Tras la muestra de los jóvenes diseñadores comenzaron los desfiles en la CMFW. El gran espectáculo de la moda fue inaugurado con el esperado desfile del diseñador gallego Adolfo Domínguez que, tras diez años de ausencia, ha vuelto a la Pasarela Cibeles, y a lo grande, lo digo por su esperado y aplaudido desfile, que contó con una madrina de excepción: a actriz norteamericana Gwyneth Paltrow que acaparó todos los flases y el protagonismo del día en el frontrow.
La actriz estuvo acompañada por otras celebrities e incondicionales de la firma como Genoveva Casanova, Carmen Lomana o Fiona Ferrer, entre otros. Pero sin duda este no fue el único foco de atención del esperado desfile, ya que éste comenzó de una forma bastante curiosa e incluso tensa. Sin música y con todos los flases sobre Gwyneth, Adolfo Domínguez comenzó a dirigirlo dando la orden a Marina Pérez de comenzar a desfilar sin música. Al principio todos estábamos desconcertados, en completo silencio y no sabíamos si se trataba de una fórmula innovadora, algo distinta y novedosa, o de un error. Lo cierto es que después de varias salidas comenzó a sonar la música.
Al finalizar el desfile el diseñador hizo que el silencio reinara en la sala para dirigirse al público y pedir disculpas por el retraso, motivo por el cual forzó el comienzo del mismo, ya que no estaba dispuesto a no ser puntual. Además aclaró que la música elegida no era la que había sido elegida: "La música es el lenguaje de Dios y este no ha sido el lenguaje de Dios", afirmó rotundo, tras lo cual recibió una sonada ovación del público asistente, no sólo por su consideración con todos los asistentes, sino también por su espléndida colección. También entregó a Gwyneth Paltrow un ramo de flores blancas en señal de agradecimiento por su apoyo en su regreso a la Pasarela Madrileña.
En cuanto a sus diseños decir que destacaron los drapeados, los cuellos chimenea los y escotes asimétricos, que siempre le han caracterizado.
En su extensa propuesta masculina y femenina para la próxima primavera-verano predominaron los colores ocres, el blanco y los grises, que se entremezclaron y convivieron a la perfección con los tonos más vivos como coral, el verde de la India o el azul turquesa, que reinaron como nunca en el Olimpo Domínguez.
Denim en trajes, faldas y pantalones en las propuestas masculinas y femeninas y la desestructuración del sastre femenino han sido algunas de las propuestas streetwear del diseñador. No pudieron faltar elementos de los años 80 como las cremalleras en algunas blazers y el eterno ‘efecto arruga’ en organizas y linos, que tan famoso le hizo con su conocido eslogan “la arruga es bella”.
Líneas fluidas en seda reinaron en las propuestas nocturnas cargadas de colorido en vestidos palabra de honor y vestidos toga que culminó, como en los tiempos inmemoriales de la moda, con un vestido de novia etéreo, sencillo y delicado. En definitiva, una colección perfectamente ejecutada.
Al finalizar el desfile el diseñador hizo que el silencio reinara en la sala para dirigirse al público y pedir disculpas por el retraso, motivo por el cual forzó el comienzo del mismo, ya que no estaba dispuesto a no ser puntual. Además aclaró que la música elegida no era la que había sido elegida: "La música es el lenguaje de Dios y este no ha sido el lenguaje de Dios", afirmó rotundo, tras lo cual recibió una sonada ovación del público asistente, no sólo por su consideración con todos los asistentes, sino también por su espléndida colección. También entregó a Gwyneth Paltrow un ramo de flores blancas en señal de agradecimiento por su apoyo en su regreso a la Pasarela Madrileña.
En cuanto a sus diseños decir que destacaron los drapeados, los cuellos chimenea los y escotes asimétricos, que siempre le han caracterizado.
En su extensa propuesta masculina y femenina para la próxima primavera-verano predominaron los colores ocres, el blanco y los grises, que se entremezclaron y convivieron a la perfección con los tonos más vivos como coral, el verde de la India o el azul turquesa, que reinaron como nunca en el Olimpo Domínguez.
Denim en trajes, faldas y pantalones en las propuestas masculinas y femeninas y la desestructuración del sastre femenino han sido algunas de las propuestas streetwear del diseñador. No pudieron faltar elementos de los años 80 como las cremalleras en algunas blazers y el eterno ‘efecto arruga’ en organizas y linos, que tan famoso le hizo con su conocido eslogan “la arruga es bella”.
Líneas fluidas en seda reinaron en las propuestas nocturnas cargadas de colorido en vestidos palabra de honor y vestidos toga que culminó, como en los tiempos inmemoriales de la moda, con un vestido de novia etéreo, sencillo y delicado. En definitiva, una colección perfectamente ejecutada.
El Mediterráneo sirve de inspiración a Totón Comella en la colección de primavera-verano 2010 de TCN en la que presenta una niña-mujer romántica con reminiscencias ochentenas y en la que las superposiciones protagonizan la muestra de principio a fin.
Leggins, brillos, cinturas altas y marcadas, escotes de vértigo, culottes, topos, microvolantes, y tonos empolvados como el verde agua, pasando por pinceladas de fresa y llegando a mostazas sobre azules fueron algunos de los protagonistas de la pasarela, muchos haciendo alusión al estilo pin-up.
Un resurgir de la silueta femenina que ha combinado como nadie los escotes pronunciados y las camisetas, o los minishorts de cintura alta con camisas. Destacan las cazadoras cortas, muy de losa años 80, los bikinis que admiten todo tipo de estampados y las rayas o los cuadros vichy en bañadores y fulares.
Destacar el protagonismo del estampado de lunares en los lazos que ciñeron la cintura a la mínima expresión, en los bikinis o en las blusas de satén anudadas a la cintura. No hay que olvidar los motivos florales en trajes de baño así como en vestidos y bolsos que otorgan a esta colección su ya archiconocido carácter romántico.
Me llamaron la atención los botines de tacón en cuero metalizado de color melone y las tres piezas de baño realizadas con la técnica del boby painting, ¡toda una obra de arte!
Leggins, brillos, cinturas altas y marcadas, escotes de vértigo, culottes, topos, microvolantes, y tonos empolvados como el verde agua, pasando por pinceladas de fresa y llegando a mostazas sobre azules fueron algunos de los protagonistas de la pasarela, muchos haciendo alusión al estilo pin-up.
Un resurgir de la silueta femenina que ha combinado como nadie los escotes pronunciados y las camisetas, o los minishorts de cintura alta con camisas. Destacan las cazadoras cortas, muy de losa años 80, los bikinis que admiten todo tipo de estampados y las rayas o los cuadros vichy en bañadores y fulares.
Destacar el protagonismo del estampado de lunares en los lazos que ciñeron la cintura a la mínima expresión, en los bikinis o en las blusas de satén anudadas a la cintura. No hay que olvidar los motivos florales en trajes de baño así como en vestidos y bolsos que otorgan a esta colección su ya archiconocido carácter romántico.
Me llamaron la atención los botines de tacón en cuero metalizado de color melone y las tres piezas de baño realizadas con la técnica del boby painting, ¡toda una obra de arte!
Modelos en el backstage, justo antes del desfile
Los tres diseños realizados con la técnica del body painting
Últimos retoques antes de salir a la pasarela a la top Clara Alonso
Godeliv y Clara Alonso posan para Fashion & Beauty Now
Detalle de los botines del desfile
En la sesión de maquillaje
En plena sesión de body painting
Si alguna colección es digna de mención por su delicioso e irreverente atrevimiento es la de José Castro. Un exceso estético ochentero llevado al límite con el que ha conseguido materializar la belleza inusual que reina en la selva amazónica en una colección que roza la Alta Costura, un mundo paralelo en el universo de la moda y que también se aleja de lo habitual.
Destaca el color, rey de esta colección, con una paleta llena de energía que combina el rojo, amarillo, verde, naranja, azul y negro en sus versiones más brillantes y que se materializan en las prendas y formas más características de los años 80: faldas tubo, cinturas marcadas, pantalones de caderas pronunciadas, hombreras muy marcadas, pero que al contrario que en los 80 no disparan la forma de los hombros sino que los enmarca.
En cuanto a los materiales no podían faltar las lentejuelas, los rasos, la organza y la seda que se mimetizan a la perfección con cristales Swarovski, cuero y efectos plastificados. No es de extrañar que con esta fantástica propuesta el diseñador gallego recibiera el Premio L’Oréal al mejor diseñador en la 50 edición de Cibeles Madrid Fashion Week. ¡Enhorabuena y felicidades!
Destaca el color, rey de esta colección, con una paleta llena de energía que combina el rojo, amarillo, verde, naranja, azul y negro en sus versiones más brillantes y que se materializan en las prendas y formas más características de los años 80: faldas tubo, cinturas marcadas, pantalones de caderas pronunciadas, hombreras muy marcadas, pero que al contrario que en los 80 no disparan la forma de los hombros sino que los enmarca.
En cuanto a los materiales no podían faltar las lentejuelas, los rasos, la organza y la seda que se mimetizan a la perfección con cristales Swarovski, cuero y efectos plastificados. No es de extrañar que con esta fantástica propuesta el diseñador gallego recibiera el Premio L’Oréal al mejor diseñador en la 50 edición de Cibeles Madrid Fashion Week. ¡Enhorabuena y felicidades!
Imágenes del backstage
Roverto Verino celebró el 50 aniversario de la Pasarela Cibeles con el escenario repleto de pétalos de rosas rojas que envolvieron en todo momento sus propuestas intemporales que una vez más ha logrado con sus diseños. Además, en esta ocasión rodeó sus creaciones con un aura de misterio, elegancia y seducción gracias a las máscaras que cubrían el rostro de los modelos aportando al espectáculo una atmósfera muy teatral.
Propuestas para una mujer elegante y glamuorosa y un hombre dandy, al que siempre le acompaña su smoking, se materializaron en piezas únicas con el binomio blanco y negro erigido como dueño de esta colección en la que se ha otorgado alguna concesión al color en clave ocre, print animal o amarillo limón en vestidos wrap con un patronaje más que interesante.
Plumas, gasa de seda, transparencias, paillettes y crepe se entremezclaron en drapeados y volúmenes en hombreras o en el vuelo de las faldas que conjugaban a la perfección con los escotes más sensuales. Largos muy estudiados con generosas aberturas y lujosos tejidos se remataron con detalles en cristal Swarovski o plumas que nos transportaron a una atmósfera mucho más que glamuorosa.
Propuestas para una mujer elegante y glamuorosa y un hombre dandy, al que siempre le acompaña su smoking, se materializaron en piezas únicas con el binomio blanco y negro erigido como dueño de esta colección en la que se ha otorgado alguna concesión al color en clave ocre, print animal o amarillo limón en vestidos wrap con un patronaje más que interesante.
Plumas, gasa de seda, transparencias, paillettes y crepe se entremezclaron en drapeados y volúmenes en hombreras o en el vuelo de las faldas que conjugaban a la perfección con los escotes más sensuales. Largos muy estudiados con generosas aberturas y lujosos tejidos se remataron con detalles en cristal Swarovski o plumas que nos transportaron a una atmósfera mucho más que glamuorosa.
Me han encantado tu enfoque y tu selección, la verdad es que es una pasada tanto lo que se ve como lo que no, genial!
ResponderEliminarBesos!
gracias por mostrarnos detalles del backstage guapa!!!!
ResponderEliminarpor cierto creo que a la paltrow deberían haberla paseado mas
besazos
elblogdebarbaracrespo.blogspot.com
Que entrada tan guay!! eso sí que es información de primera mano!!!
ResponderEliminarbesos:)