Essential Vitamins & G.L.A. es una selecta mezcla de vitaminas y aceites esenciales puros pensada para proteger y nutrir la piel a al máximo, ayudándola a prevenir y revertir los efectos del fotoenvejecimiento prematuro. Sus poderes tonificantes y revitalizantes ayudan a mejorar la textura y elasticidad de la epidermis y la hacen idónea para tratar las pieles muy secas y frágiles, ya que combate y alivia la sequedad provocada por el sol y las temperaturas extremas. Su uso continuo promete mejorar la capacidad de la piel para retener la humedad dejándola suave, tersa y protegida. La base esencial de este cóctel mágico está formada por los más poderosos aceites vegetales y esenciales, ricos en vitaminas y antioxidantes.
En primer lugar destacaré los aceites vegetales de primera presión, que son aceites insaturados extraídos de los frutos y semillas de diversas plantas oleoginosas: materias de gran poder emoliente y rápida absorción con propiedades dermatológicas comprobadas y una excepcional afinidad con la piel. No son ni oclusivos ni comedogénicos, son una magnífica alternativa a las grasas animales y a las derivadas del petróleo. Su calidad procede de la naturaleza de los ácidos grasos que los componen (indispensables para el equilibrio nutricional de la piel) y del método de extracción empleado para obtenerlos, la presión en frío: el único procedimiento que garantiza mantener intactos todos sus constituyentes y propiedades.
Los cinco aceites vegetales de primera presión empleados en este producto son el aceite de germen de trigo, rico en vitamina E, provitamina A y ácidos grasos polisaturados. Entre sus muchas virtudes ayuda a prevenir las manchas solares y funciona como protector y regenerante de excepción frente a los radicales libres. Muy nutritivo e idóneo para las pieles más secas y dañadas, actúa como fortificante general contribuyendo a aumentar las defensas del sistema inmunitario, interviniendo en la producción de energía y atenuando los signos de cansancio; aceite de avellana, cargado de sustancias protectoras, hidratantes y reguladoras de las glándulas sebáceas, resulta especialmente adecuado para el cuidado de las pieles con tendencia grasa y acnéica. Ayuda a cerrar los poros y su capacidad de penetración, particularmente notable, lo convierte en un excelente vehículo para los aceites esenciales; aceite de borraja, una gran fuente de ácidos grasos esenciales. En este aceite abundan las grasas insaturadas, en especial el ácidos graso gamma-linolénico y linoleico, cuyo aporte externo resulta esencial ya que nuestro organismo no puede producirlos por sí solo; aceite de prímula, emoliente y antiaging, es muy rico en ácido gamma-linoléico (precursor directo de las prostaglandinas hormonales) por lo que funciona como regulador del sistema hormonal, ayudando en casos de eccemas, psoriasis y acné, además de promover una importante acción antienvejecimiento propiciando la regeneración y ‘alisamiento’ de líneas y arrugas; y aceite de rosa mosqueta: obtenido por maceración de la flor de la Rosa Mosqueta de los Andes, sus propiedades regeneradoras de la piel son inigualables. Capaz de atenuar arrugas, marcas de acné, cicatrices y estrías a nivel de la superficie cutánea, también actúa en las capas interiores, revitalizando las células y revigorizando los fibroblastos productores de colágeno y elastina, promoviendo una mayor firmeza de los tejidos.
También incluye aceites esenciales, como he resaltado al principio, que son las fracciones líquidas volátiles, generalmente destilables por arrastre con vapor de agua, que contienen las sustancias responsables del aroma de las plantas. Básicos en la industria cosmética (perfumes y aromatizantes), también lo son en la alimentaria (condimentos y saborizantes) y farmacéutica (saborizantes), tradicionalmente eran considerados como material de deshecho del metabolismo de las plantas y su importancia biológica ha sido reconocida sólo recientemente.
Los siete aceites esenciales contenidos en esta fórmula de oro son el de tomillo, tónico y antiséptico; lavanda, análgesica y relajante; lima, antiséptico y astringente (anti-acné); naranja amarga, idónea para tratar la dermatitis, los pliegues y las arrugas además de mejorar la circulación; rosa centifolia, antiinflamatoria y astringente; limón, astringente, antiséptico y anti-manchas y jazmín, relajante y humectante, perfecto para tratar las pieles secas y sensibles.
Hay que utilizarlo por la mañana y por la noche. Como ritual de aplicación, para potenciar los efectos del producto, se recomienda masajear una pequeña cantidad en la palma de la mano para liberar los ingredientes activos. Luego, presionar suavemente sobre las zonas deshidratadas y frágiles de cara y cuello evitando la aplicación en el contorno de ojos.
En primer lugar destacaré los aceites vegetales de primera presión, que son aceites insaturados extraídos de los frutos y semillas de diversas plantas oleoginosas: materias de gran poder emoliente y rápida absorción con propiedades dermatológicas comprobadas y una excepcional afinidad con la piel. No son ni oclusivos ni comedogénicos, son una magnífica alternativa a las grasas animales y a las derivadas del petróleo. Su calidad procede de la naturaleza de los ácidos grasos que los componen (indispensables para el equilibrio nutricional de la piel) y del método de extracción empleado para obtenerlos, la presión en frío: el único procedimiento que garantiza mantener intactos todos sus constituyentes y propiedades.
Los cinco aceites vegetales de primera presión empleados en este producto son el aceite de germen de trigo, rico en vitamina E, provitamina A y ácidos grasos polisaturados. Entre sus muchas virtudes ayuda a prevenir las manchas solares y funciona como protector y regenerante de excepción frente a los radicales libres. Muy nutritivo e idóneo para las pieles más secas y dañadas, actúa como fortificante general contribuyendo a aumentar las defensas del sistema inmunitario, interviniendo en la producción de energía y atenuando los signos de cansancio; aceite de avellana, cargado de sustancias protectoras, hidratantes y reguladoras de las glándulas sebáceas, resulta especialmente adecuado para el cuidado de las pieles con tendencia grasa y acnéica. Ayuda a cerrar los poros y su capacidad de penetración, particularmente notable, lo convierte en un excelente vehículo para los aceites esenciales; aceite de borraja, una gran fuente de ácidos grasos esenciales. En este aceite abundan las grasas insaturadas, en especial el ácidos graso gamma-linolénico y linoleico, cuyo aporte externo resulta esencial ya que nuestro organismo no puede producirlos por sí solo; aceite de prímula, emoliente y antiaging, es muy rico en ácido gamma-linoléico (precursor directo de las prostaglandinas hormonales) por lo que funciona como regulador del sistema hormonal, ayudando en casos de eccemas, psoriasis y acné, además de promover una importante acción antienvejecimiento propiciando la regeneración y ‘alisamiento’ de líneas y arrugas; y aceite de rosa mosqueta: obtenido por maceración de la flor de la Rosa Mosqueta de los Andes, sus propiedades regeneradoras de la piel son inigualables. Capaz de atenuar arrugas, marcas de acné, cicatrices y estrías a nivel de la superficie cutánea, también actúa en las capas interiores, revitalizando las células y revigorizando los fibroblastos productores de colágeno y elastina, promoviendo una mayor firmeza de los tejidos.
También incluye aceites esenciales, como he resaltado al principio, que son las fracciones líquidas volátiles, generalmente destilables por arrastre con vapor de agua, que contienen las sustancias responsables del aroma de las plantas. Básicos en la industria cosmética (perfumes y aromatizantes), también lo son en la alimentaria (condimentos y saborizantes) y farmacéutica (saborizantes), tradicionalmente eran considerados como material de deshecho del metabolismo de las plantas y su importancia biológica ha sido reconocida sólo recientemente.
Los siete aceites esenciales contenidos en esta fórmula de oro son el de tomillo, tónico y antiséptico; lavanda, análgesica y relajante; lima, antiséptico y astringente (anti-acné); naranja amarga, idónea para tratar la dermatitis, los pliegues y las arrugas además de mejorar la circulación; rosa centifolia, antiinflamatoria y astringente; limón, astringente, antiséptico y anti-manchas y jazmín, relajante y humectante, perfecto para tratar las pieles secas y sensibles.
Hay que utilizarlo por la mañana y por la noche. Como ritual de aplicación, para potenciar los efectos del producto, se recomienda masajear una pequeña cantidad en la palma de la mano para liberar los ingredientes activos. Luego, presionar suavemente sobre las zonas deshidratadas y frágiles de cara y cuello evitando la aplicación en el contorno de ojos.
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