Recientemente pude conocer uno de los restaurantes que ha inaugurado la rentrée con paso firme este otoño. Se trata de Fellina, el nuevo restaurante italiano del grupo Le Cocó (Caracas, 21 - antiguo Random -), un punto de encuentro gastronómico en el que los amantes de la auténtica cocina italiana tradicional disfrutarán a lo grande…Sobre todo con su burrata y su pizza frita (mis favoritos por el momento). ¡Os cuento mi experiencia!
Fellina es un restaurante que rinde homenaje a Fellini y a su frase “La vida es una combinación de magia y pasta”. Con platos variados, sabrosos y contundentes a un precio medio de 25€, nos conquista desde su entrada. Esto se hace posible gracias a una atmósfera única y genuinamente italina, decorada por Juan Luis Medina, te transporta de inmediato a la Italia más refinada, y al mismo tiempo tradicional.
La velada comenzó muy bien. Mientras decidíamos qué cenar, degustamos una deliciosa mortadela siciliana y unos trozos de parmesano. No os puedo mostrar la foto porque no nos duró 5 ni minutos en la mesa. Palabra.
Para comenzar optamos por probar algunos de sus deliciosos antipasti, o entrantes, de embutidos italianos. Sin duda una delicia, que me encantó acompañar con su fabulosa ensalada de burrata, con tomate confitado y mermelada de cebolla roja. ¡Una delicia que volvería a pedir sí o sí! Una calidad 10 maridada a la perfección, pero sin encubrir el sabor de la burrata, como ocurre en muchos restaurantes italianos donde la burrata no es de buena calidad.
De segundo optamos por probar la Pizza Napoletana Fritta de speck y gorgonzola ¡única en madrid! La verdad es que es una de las pizzas más deliciosas que he probado en mi vida. Pronto volveré, porque quiero probar la de mozzarella, tomate y albahaca.
Si sois como nosotros, y veneráis la pasta, no os podréis resistir a las pastas caseras de Fellina, ¡y os costará elegir! Nosotros nos decantamos por los tortelloni rosa con foie de oca y trufa, bastante contundente y absolutamente sublime. Si te gusta la trufa el foie ¡es parada obligatoria en la carta!
El postre es pecado saltárselo, aunque realmente es complicado llegar porque, como veis, los platos no son precisamente pequeños. Optamos por unos helados artesanales y por su delicioso tiramisú, que lo presentan en una original cafetera italiana. En la parte inferior encontramos el tiramisú y en la superior más café. Me encantó.
¡Ah! Y en el apartado de bebidas también han traído todo lo bueno de Italia. Vinos, espumosos, spritz, birra Moretti (deliciosa, por cierto). Nosotros terminamos con unos chupitos de grapa y limoncello.
En definitiva Fellina es mucho más que pasta y pizza. Es un reflejo de la obsesión de los italianos por la buena mesa. Fellina es Italia. Es fiesta, color, diversión, tradición. Mediterráneo en estado puro. Sin duda un restaurante más que recomendable para disfrutar con los tuyos de lo mejor de Italia.
Tengo que ir!bsts
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